lunes, abril 25, 2016

Una bomba química teledirigida contra el cáncer de páncreas.



Científicos del MIT crean un dispositivo implantable que ataca al tumor y ralentiza la enfermedad.
El cáncer de páncreas es uno de los más temidos, y con razón. No es un tumor muy frecuente (unos 6.500 casos anuales en España, frente a los 25.000 del de mama o pulmón), pero sí de los más letales, sobre todo por la dificultad de su diagnóstico, que hace que en la mayoría de los casos se detecte en fases tardías. Tiene una mortalidad del 95 % cinco años después de la diagnosis, la supervivencia media no supera los 6 meses y solo uno de cada cuatro afectados pasa del año de vida. 
Además, la localización del páncreas, que se halla en lo más profundo del abdomen, dificulta que la quimioterapia alcance su objetivo. Para ayudar a vencer ese obstáculo, investigadores del MIT y el Hospital General de Massachusetts han desarrollado un pequeño dispositivo implantable que libera las sustancias curativas directamente en el tumor.
En un ensayo con ratones, los científicos encontraron que este tratamiento era 12 veces más efectivo que aplicar la quimioterapia a través de inyecciones intravenosas, que es el método más común para atacar esta enfermedad.
El objetivo es que este sistema reduzca el tamaño del tumor hasta que sea posible que los cirujanos lo extirpen con éxito.
Los investigadores han creado un polímero flexible a partir de un polímero llamado PLGA. El resultado es una finísima película que puede enrollarse e introducirse en un estrecho tubo que se inserta en un catéter. Una vez que la película alcanza el páncreas, se despliega, se adapta a la forma del tumor y va liberando de forma programada los medicamentos que contiene. El material se ha diseñado de forma que solo secreta las sustancias por el lado que se halla en contacto con el tumor, lo que minimiza los efectos secundarios en los órganos cercanos.
Funciona con roedores
Las pruebas con ratones a los que se provocó un cáncer de páncreas mostraron que los tumores de los que recibían este novedoso tratamiento crecían más despacio que los de los roedores a los que se administraba quimioterapia por vía intravenosa. Además, este "ataque focalizado" aumentaba la cantidad de tejido necrótico (células tumorales muertas fáciles de extraer quirúrgicamente), y la película actuaba como una barrera física que reducía la metástasis a órganos cercanos.
Esta investigación abre nuevas vías en la lucha contra el mortífero cáncer de páncreas, muy resistente a la quimioterapia, dadas sus características. Las inyecciones fracasan por tres motivos: la profundidad a la que se encuentra este órgano en el cuerpo, la escasez de vasos sanguíneos en los tumores pancreáticos (lo que dificulta a los medicamentos el acceso a su interior) y la existencia de una gruesa capa de tejido fibroso que suele rodear y proteger al foco canceroso.
Fuente: Muy Interesante.

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