jueves, marzo 16, 2017

La clave para regenerar retinas humanas puede estar en los ojos de los peces.

Si fuéramos peces y nuestra retina se dañara, podría repararse por sí misma, y en unas semanas recuperaríamos nuestra visión.
Lamentablemente, los ojos humanos no poseen esta ventajosa capacidad. Sin embargo, una nueva investigación sobre la regeneración retiniana en peces cebra ha identificado una señal que parece activar el proceso de autorreparación. Y, si estudios posteriores lo confirman, el descubrimiento plantea la posibilidad de que las retinas humanas puedan ser inducidas a regenerarse, reparándose con ello los daños causados por enfermedades degenerativas retinianas, incluyendo la degeneración macular y la retinitis pigmentosa, dolencias más probables a medida que la persona envejece.
La investigación la ha llevado a cabo el equipo de James Patton y Mahesh Rao, de la Universidad Vanderbilt en Estados Unidos.
Hasta ahora se creía mayormente que el proceso de regeneración en las retinas de los peces se ve activado por factores de crecimiento, pero los resultados obtenidos por Patton y sus colegas indican que en vez de eso podría ser el neurotransmisor GABA el que inicie el proceso. Todos los modelos de regeneración asumen que una retina debe estar seriamente dañada antes de que se ponga en marcha esta, pero la nueva investigación indica que el GABA puede inducir este proceso incluso en retinas no dañadas.
 
La imagen muestra cómo se superponen los diferentes tipos de células nerviosas en la retina de pez cebra. Las células horizontales se ven en rojo, y las células gliales de Müller en verde. (Foto: The Patton Lab, Vanderbilt University)
Resulta que la estructura de las retinas de peces y mamíferos es básicamente la misma. Aunque la retina es muy delgada (menos de 0,5 milímetros de grosor) contiene tres capas de células nerviosas: fotorreceptoras que detectan la luz, células horizontales que integran las señales de estos, y células ganglionares que reciben la información visual y la dirigen hacia el cerebro.
Además, la retina contiene un tipo especial de células madre adultas, llamada células gliales de Müller, que abarcan las tres capas y proporcionan apoyo mecánico y aislamiento eléctrico. En las retinas de pez, también desempeñan un papel clave en la regeneración. Cuando esta es activada, las células gliales de Müller se desdiferencian (retroceden de un estado especializado a uno más generalista o "simple"), empiezan a proliferar y después se diferencian en sustitutas para las células nerviosas dañadas. Las células gliales de Müller también están presentes en las retinas de mamíferos, pero no se regeneran.
 

Leído en NCyT

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